El diablo viste de prada

Después de una semana sin actualizar, como os dije lo haré de nuevo, seguiré escribiendo. Y aquí me encuentro, fren a la pantalla del ordenador a punto de traspasar un nuevo día. En cuanto a mí os puedo decir que me encuentro un tanto mal, supongo que es por las obligaciones y por los problemas, que no paran de rondarme por la mente y me dificultan el pensamiento, pero bueno, espero estar mejor cuando escriba el siguiente post y poder ser más optimista. He decidido presentarme a un casting de actores en el que están buscando gente para un corto, ya que soy un apasionado del cine y me encantaría poder seguirlo más allá de la simple crítica, me gustaría poderlo ver desde dentro. Además, siempre me ha apasionado la interpretación (he hecho clases de teatro), pero tuve que dejar por motivos personales esta afición y me gustaría revivirla de nuevo, aunque fuese sólo un instante.

Os voy a comentar una película que me pareció realmente interesante y me abrió una nueva perspectiva de lo que era el mundo de la moda. Está claro que el film hace una sátira sobre éste, pero sí que es cierto que quita muchos tópicos y te hace ver una cierta superficialidad en ese mundo y un rigor de trabajo existente. Trata sobre una chica que no está inmersa en el mundo de la moda y acaba siendo la ayudante de una redactora jefe de una prestigiosa revista de moda, al final, acaba adaptándose al trabajo, dejando de lado toda su vida anterior, que nada tenía que ver con los vestidos bonitos y la belleza.

Lo mejor de la película: a parte de la visión aleccionadora y real (aunque un tanto exagerada) del mundo de la moda, te hace reflexionar sobre lo que es realmente importante. Además, la interpretación de las actores principales del film (Stanley Tucci, Anne Hattaway y Meryl Streep) es absolutamente increíble).

Lo peor de la película: si no te interesa nada la moda, quizás no te guste, aunque es un gran film. La interpretación del novio de Andy (el papel que hace Anne Hattaway en el largometraje) me parece mediocre.

Atentamente:

un cinéfilo más del grupo

Orígen: más que orig-inal, diferente

Llevo muchísimo tiempo sin escribir ningún post, la verdad es me he sentido un poco desmotivado al ver que no tenía ningún comentario escrito ni tampoco tenía noción de que alguien visitase mi blog, así que fui dejando de escribir hasta que han pasado dos meses desde la última publicación. La verdad es que siento si alguno de mis lectores (si es que los tengo o los tenía) se ha podido sentir decepcionado con mi actitud, les pido perdón si es el que caso, la verdad es que me gusta el cine y también me gusta poder compartir mis opiniones con la gente sin ningún fin más allá, pero sí que me daba miedo el pensar que estaba escribiendo para un vacío que no se iba a poder llenar. Ahora me tomo las cosas con más diplomacia (o al menos eso intento) y he decidido seguir escribiendo, seguramente publicaré 1 ó 2 posts por semana, dependiendo de como vaya ésta, ya que las vacaciones están en pleno auge y con ella, las largas jornadas de obligaciones para el nuevo curso que empieza, así que el tiempo que tendré para escribir será un poco limitado, pero intentaré hacerlo lo máximo posible.

El film que voy a comentar a continuación es Origen, un película que vi el fin de semana pasado con unos amigos: ya sabéis, el típico domingo insustancial en el que no sabes qué hacer realmente y decides ir al cine a ver una película, a pesar de que no consideres atrayente ninguna de las que allí se exponían. Así que fue mi amigo, como siempre, ávido de inciativa, el que escogió el largometraje que veríamos, y debido a la infinita cola que había en el cine, aunque llegábamos bien para la primera hora, deicimos esperarnos a la siguente para poder comprar los refrescos con más tranquilidad. La película tiene una trama complicada, incluso demasiado para mi gusto, es cierto que a mí me gustan las películas que requieren el uso del raciocinio y no sólo los ojos, pero creo que eso era demasiado, debería de haberme tomado alguna pastilla para el dolor de cabeza antes de entrar a la sala, ya que considera que era excesivamente complicado su argumento y también muy confuso, pero sí que tenía un cierto fundamento que pienso que es indispensable para cualquier buen largometraje. No obstante, era una película exáctamente igual en su esencia a la estrenada también poco antes y casualmente protagonizada por el mismo actor, Shutter Island, podéis verlas las dos seguidas y os daréis cuenta de su enorme similitud, aunque hay que decir que el actor ha abandonado su faceta de "niñato de póster" y ha optado por un registro más maduro que le deja en muy buen lugar a nivel interpretativo, aunque el personaje que interpretaba lo hacía de forma magistral, considero que en Shutter Island tenía un personage más complejo y que supo desarrollar mejor a pesar del parecido entre ambos personajes. A pesar de la complicación del argumento, es una película que despierta una cierta curiosidad y que te deja en vilo hasta el final (incluso en el mismo final no acabas de saber qué sucedía exactamente), es una lucha encarnizada entre sueño y realidad realmente fascinante que no os debéis perder, eso sí, si estáis preparados para un thriller psicológico en toda regla, no olvidéis ir a ver este film, si lo que os gusta es ir al cine por simple entretenimiento y para evadiros, éste no es vuestro film...

Lo mejor de la película: Además de la interpretación de Leonardo DiCaprio, la complejidad de la trama y la originalidad de ésta hacen la película atractiva y despierta la curiosidad del espectador

Lo peor de la película: Su complejidad, no está enfocada a todos los públicos: si quieres divertirte puedes esperar a que salga Torrente 4 (creo que hace un cameo Belén Esteban, con lo cual las posiblidades de carcajada aumentan, y sobra la acritud en mis palabras) porqué ésta no es tu película...

Atentamente:

Un cinéfilo más del grupo